A principio del siglo veinte, Amadio y Julia Ciruli se inmigraron a los Estados Unidos desde Schiavi, Abruzzo, Italia, un poblado ubicado cerca del mar Adriático.
Tras su arribo, se dirigieron al oeste donde finalmente se establecieron en Pueblo, Colorado. Fue ahí donde compraron diez acres de terreno agrícola sobre una meseta localizada al sur del río Arkansas. Fue así como Amadio y Julia finalmente lograron reclamar su parte del sueño estadounidense.
Los Ciruli tuvieron cuatro hijos. A Charlie, el mayor de ellos, se le dio la responsabilidad total de trabajar cinco de los diez acres a la tierna edad de nueve años. Porque la economía estaba pesada en aquel entonces, Amadio siempre le inculcó a su hijo: «Charlie, debes sacar una ganancia,» y eso fue exactamente lo que hizo.
«Charlie, debes sacar una ganancia.» Eso fue exactamente lo que el joven hizo.